Intuitiva. Suponte que mi padre
tiene miedo de otros hombres
al comprar el pan.
Deja que pasen primero.
Su yo, le pienso luego frente al plato,
será el Uno que, contra el mío,
al trago de la miga nos revela, mientras
él, y no los otros,
tampoco yo,
me teme ante un futuro.
Sólo pide que no nos quiten
estos gramos de cebada al día
para no ayunar.
Cómo la paz en él sin sabernos aún estables.
Si viviese en sí,
y no para nosotros,
el peso del tiempo lo encogería ahora.
Sin embargo, barbilla alta,
deja pasar y no dice
que él tiene, aunque no comida,
amor hacia sus hijos.
Y ese amor de vuelta. Y que la mañana
se resuelve.
Así.
(de Alberto Acerete)
2 comentarios:
Alberto:
que me gusta aún más este poema que "El avión", y ya es decir. Su amiga Manzana sabe también de poesía, pregúntele a ella, que tiene buenos ojos. Siga así, que está preñado, a la manera clásica...
Me lo copio para que mis alumnos se desasnen un poquitito; prometo no mandarles comentario de texto a lo Lázaro Carreter.
Le recomiendo la lectura de los poemas de Juan Larrea, 'Versión celeste' y la novela, breve, de Martin Amis, 'Tren nocturno' y los diarios de Maillard, todos una obra de arte.
Me encanta tratarle de usted, lo siento si parece una chorrada. Sé que es Vd. muy joven.
Saludos.
Diré gracias, de nuevo.
Y diré, primero de todo: Ana es amor, arte, cultura y reposo. Admiro y aplaudo su respeto a la poesía: creemos que un poema es cuestión de tiempo, trabajo y minuciosidad. Ella sigue siendo poeta, poeta más buena e incluso mejor que la que era, pero está a favor, como yo, del reposo y no publicar por hacerlo. Voy a escribirle ahora a ver si nos tomamos un café.
El poemario de Larrea y la novela de Amis no las he leído, pero prometo hacerlo. De Chantal creo que pagaría hasta por su lista de la compra.
Tráteme como usted quiera, yo se lo permito, siempre y cuando no me llame por mi apellido, que no me gusta, y sí por mi nombre.
Un abrazo.
P.D. Ay, cada día soy menos joven.
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